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27 octubre 2012

Una etiqueta (de papel higiénico) pegada en la frente

El Papel Higiénico habla más de nosotros que nosotros mismos 
PorBigoteFalso

Hay al menos tres maneras reconocibles de colocar el rollo de papel higiénico. En un esfuerzo de producción, hemos realizado un estudio minucioso que arroja resultados sorprendentes.
Hasta el más mínimo detalle de nuestro hogar habla, como nadie -a calzón quitado- de nosotros. Amén.  



1 - Para afuera
Esto hay que decirlo, es la manera “correcta”, por lo menos así figura en todos lados: foros, blogs, cartillas de diseño de hogares, y en boca de tantísima gente. Sin embargo esto no nos bastó, por ello salimos a la calle a comprobarlo. Realizamos un profundo análisis de observación registrando cada baño, cada cubículo, cada cuartito por más asco que nos pudiera dar: Los públicos; de mc donals, de estaciones de servicios, de bares, los químicos, de cines, de amigos, de familiares, de compañeros de trabajo, de salas de ensayo, de teatros, y la lista sigue; y el número que este estudio nos arroja sobre la cara es asombroso: 127 para afuera. 13 para adentro (descartamos donde no había rollo).
Más allá de los datos duros, agregamos nuestra interpretación: De todas maneras la gran mayoría de la gente que lo pone hacia fuera no tiene la menor idea de porqué lo hace. Anotación aparte: al parecer esta práctica sería más bien una actividad de mujeres, pero no hay porque generalizar (?) también lo hacen hombres.
Como sea: estos individuos lo colocan así porque creen que es la manera correcta. No se preguntan, no piensan, simplemente lo pone así. No se detienen a ver si es cómodo o no, lo hace mecánicamente. Lo mismo pasa con un adornito del living, un cuadro, un florero o la tortuga. Está ahí ya por costumbre. Hace tiempo que ese adorno es un adorno. Ya nadie piensa en él, ya nadie repara en él, ya nadie lo mira siquiera, es invisible, es peor incluso que eso: es visible pero nadie lo ve. Bueno, con la forma de poner el papel pasa exactamente lo mismo.        

2 - Para adentro
Hombres autoritarios y refinados a la vez.
Esto ocurre en hogares donde los hombres llevan la batuta y eligen o deciden casi todo lo relacionado con todo. Entre ellas: Desde mandar a sus hijos a ese colegio privado, las vacaciones en Mar Chiquita, comer pizza todos los viernes, hasta poner el papel higiénico. 
Centrándonos en el papel higiénico; lo hacen porque al ser refinados (la otra cara de la misma moneda) son de los que se secan el pito al hacer pis. Creen que deben higienizar al máximo su más preciado tesoro. Éste acto, para un hombre –que mea parado- es mucho más fácil si la hoja del papel cae desde adentro. Para que cuando la hoja colgante se pierde, con un simple golpecito hacia arriba, el rollo rueda y la hoja reaparece hacia abajo. Comodísimo. No sé, me contaron.        

3 - Apoyado
Hombre de más de 50 años, separado hace ya bastante tiempo. En este caso él se quedó en la casa y la mujer se fue. Si uno recorriera el resto del hogar, no sólo el baño, podría notar ciertos resabios de algo parecido a la decoración, alguna vez hubo un gusto estético, alguna vez hubo detalles finos, alguna vez hubo una decoración, a secas. Hoy ya no.
Junto a ese especie de limbo estético se encuentra el papel higiénico. El rollo cumple el mismo destino de la dejadez del buen gusto: Un día se perdió el palito ese del medio y ya fue, quedó apoyado sobre el lavatorio para siempre.   
 
Por la razón de estar sin un eje, sin algo que lo amarre, es que el rollo se recorre toda la casa. Sirve de pañuelo en intensos resfriados, de servilleta para la pizza o las empanadas, para limpiar cuando se cae el vermut sobre la mesa, todo.  
Esto provoca que al momento de necesitarlo en el baño, no esté.  


24 octubre 2012

Mapa instructivo que indica que estaríamos frente a una película de mierda


Frases que te dice la gente (que claramente no te quiere) cuando te recomienda una película.
PorYañez&Culp


“El protagonista no habla en toda la película”

“Casi el 70% de la película transcurre arriba de un tractor que no anda”

“El sentido es ambiguo, cada uno puede interpretar lo que quiere”.

“Toda la película es un gran plano secuencia de una charla de un perro con su amo, todo con señas, con gestos y alguna que otra palabrita onda: ‘Chúmbele’”, algún que otro ‘¡Guau!’, donde el amo arroja la única frase de todo el film: ‘Sí, yo estoy tan sorprendido como vos, Manchita’”. 

“Es la historia de una oruga que intenta cruzar un charco de agua” 

“El final es abierto: no sabemos bien que pasó, quién mató a quien, ni por qué; ni sabemos si alguien mató a alguien o no; ni si el protagonista era mujer, hombre, perro o un globo; no sabemos si estuvimos viendo una película o una representación de sombras chinescas; o si estábamos mirando una manchita de humedad en la pared; pero es BUE-NI-SI-MA”  

Nota: Cuando la película gana festivales de lugares exóticos, mejor te la van a querer vender. La regla –nuestra- sería: Mientras más raro es el nombre del festival, más insufrible el filme. 


19 octubre 2012

Los Conjeturadores


Nosotros
Nuestra corazonada nos trae acá. Somos animales de intuición. Cazadores de historias que vuelan por ahí, y nadie ve. Somos todo ojos, todo deducción. Hola, ¿qué tal?



Conjetura #24
¿Qué está escuchando el Sargento Dodó del conurbano?

Agente de la ley.
Uniforme y gorra visera incluida. Se puede ver el parche o la insignia con la jerarquía en el brazo. 
Tupido bigote, tipo Mario Bros, de esos que al comer fideos con estofado se te atasca el tuco y sobre todo, bolitas de queso rayado. 
Panza (que no se ve, pero créannos) redonda, inmensa. Esas panzas duras, imposibles de abrazar.
Estaba sobre abrigado. O sea, había un toque de viento, pero no era para tanto.    
Tenía unas bolsas en las manos (otra vez; créannos, ¿con qué fin mentiríamos?)
Edad aproximada: 50 largos, muy tranquilo, cómodo. 
Tren Mitre. De Tigre a Retiro.
Sábado 18hs.
Se subió en Tigre y no sabemos dónde se bajó, lo perdimos de vista.

Por estos datos; algunos duros, otros de interpretación y de deducción, y sobre todo por algo imposible de explicar, es que Conjeturamos que el Sargento Dudó está escuchando un Compilado de Canciones Melódicas. Hay material nuevo, pero predomina lo nostálgico: Montaner; Cristian Castro; El Puma; Sergio Denis; Lerner; Jairo; Juan Ramón; Roberto Carlos; alguito de Carlos Baute y un temita suelto de Arjona (aunque le de un poco de vergüenza reconocerlo) y sentimos una certera fuerte, en el pecho que en el momento de la foto estaba sonando la canción “Ding Dong” de Leonardo Fabio. Fin.

Los Conjeturadores 

17 octubre 2012

Toallas: Universo indescifrable

PorBigoteFalso

Al estar en casa ajena: amigo, compañero de trabajo, familiar, primo segundo o símil; ingresar al baño; hacer lo que tengamos que hacer y después lavarnos las manos puede presentarnos un dilema inesperado.


¿Qué toalla usar?
¿Con qué toalla nos secamos las manos?

El paisaje que experimentamos es el siguiente:

Sobre el mango donde debería estar la toalla de manos, nada, vacío.
Un toallón grande colgado del gancho de arriba del bidet y una toalla más chica encima. Una toalla de mano colgada de la mampara, toda arrugada y húmeda.
Otro toallón en el piso, hecho un bollo, húmedo (quién sabe de cuántos días).
Y por último, de una argolla de metal grande hay una aparentemente seca, lista para usar, pero está recubierta de una tela, ¿qué onda?

Por supuesto usamos la seca esa, con el cobertor de tela, la que colgaba de la argolla de metal.

¡Error! era de decoración. 

A partir de este universo indescifrable es que realizamos esta categorización






A los visitantes de toilets ajenos: ojo, ojo donde ponen las manos.

A los anfitriones de baños y paraísos terrenales de las necesidades más placenteras e inmundas: No confunda a los invitados, ¡sea prolijo!  

09 octubre 2012

Los Conjeturadores


Nosotros:
No nos regimos según la “realidad” (concepto por demás discutible). Nuestra verdadera realidad es la Conjeturada. Y por ésto, no es que vivamos en una fantasía, nada más lejos. Es más bien un acto de fe. Fe en nosotros (sacándole toda connotación religiosa) y en nuestra capacidad de observación, lo que nos coloca en este lugar de seguridad. No necesitamos confirmar nada.
Y encima, si te descuidás, por ahí, el quía éste está escuchando eso de posta.

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Conjetura #17
¿Qué está escuchando el quía éste?

Según ese saquito color caqui, con cierre.
Según ese pantaloncito tirando a formal.
Ese corte -prolijo- de pelo, con una muy fina capa de gel = Efecto húmedo.
Según el asiento que eligió: las escaleras de un cine, un feriado, momento antes de la función. 
Esa posición: “recostado”, como desplomado en los escalones. 
Esa actividad: leyendo -obligado- algo para la facultad. (Esto lo deducimos por el resaltador. Si usás resaltador flúo amarillo SOS estudiante universitario).
Según sus rasgos duros, que claramente no son producto de la concentración.       
Según ese aire melancólico que sobrevuela en la postal vislumbrada. 
El estar solo.
El estar solo, rodeado de gente.
Es claro: necesitaba de ese momento.
Buscaba un tiempo para él.
“Yo puedo salir solo” -se dijo esa tarde en su casa- “puedo ir solo al cine, por qué no”.
Ya pasó un tiempo prudencial, era hora de salir, hacer cosas para uno mismo: caminar por la ciudad, mirar a la gente pasar, ponerse al día con la facultad (o intentarlo), escuchar un poco de música, mirarse una película.  

Por todo esto y por algo que no podemos explicar es que Conjeturamos que el quía éste está escuchando Los Grandes Éxitos de Mana: más precisamente el tema; “Como quisiera”.

Piensa que ya está, que aquella situación que lo tenía mal quedó atrás. Se está sintiendo un poco mejor, sin embargo necesitaba esa tarde, necesitaba escuchar esa edulcorada canción una vez más.

Los Conjeturadores

05 octubre 2012

Somos el asiento del colectivo

PorBigoteFalso 

Estudio para interpretar la personalidad de las personas según el asiento que eligen en el colectivo.

Al subir a un colectivo totalmente vacío tenemos algo de cuarentipico de opciones para depositar el traste.
Cada asiento, cada sector, cada extremo del colectivo elegido va a arrojar rasgos de nuestra personalidad.
No es lo mismo sentarse en el primer asiento de los dobles, (para discapacitados, no siendo discapacitado), que sentarse en el último de los asientos simples.

Para cada uno hay un mundo de interpretaciones.



Cruz

Rojo: Si se sienta una persona que no es discapacitada, menor de 60 años, y sin un peceto en forma de bebé en brazos, entonces estamos hablando del autentico limitado. Aquel sujeto que no puede ver más allá de dos o tres centímetros de sus narices. Vio un asiento libre y se sentó. Sin sospechar si quiera que al subir cualquiera de los casos mencionados va a tener que ceder el asiento. Esta persona nunca espera a su partener en el momento íntimo, llega siempre primero al clímax. Cuando cocina no puede evitar "picar", y nunca espera a que termine el microondas, saca las cosas faltando varios segundos.   
Negro:
Gris: Alma de chofer. Siempre quiso manejar un colectivo pero por una cosa u otra no se le dio. Mira por encima del asiento del chofer y estudia sus movimientos. Le gustaría usar la maquinita de las monedas y de la SUBE más que nada en el mundo. Abrir y cerrar las puertas y decir frases como: “vamo´, arriba”; “Un pasito al fondo”. Cuando era chico jugaba al wonder boy, pero nunca logró llegar demasiado lejos. Sueña con que un día el chofer le diga “¿Querés dar una vueltita?”. O “¿No te cobras unos boletos?”. Este amor por el colectivo nació cuando de chico le llevó el chupete a Carlitos Balá, y éste (o la producción del programa) en compensación le regaló un colectivo 60 de colección. Música preferida: el chiflido ese de viento que usan los colectiveros. Color preferido: el celeste.     

Azul: Chusma de barrio. Se sientan para estar medianamente cerca del chofer para quejarse, reclamar o denunciar todo tipo de cosas. Son los que apenas se sube una embarazada empiezan a gritar: “¡El asiento! asiento por favor, una embarazada, ¡¡asientoo!!”. Estas personas no tienen sexo desde hace largo tiempo. 
 
Violeta: Justicieros. Obsecuentes de los buenos modales y de las leyes del pasajero. Su  rígida moral no les permite ocupar los asientos de discapacitados, entonces se sientan en esos para estar cerca y poder ofrecerlo cuando los otros ya estén ocupados. Lo hacen con cuanta persona se acerca: sea de 50 años y en muy buena forma o una mujer con un hijo grandulon, de 10 años. Más de una vez le cedió el asiento a una mujer con algunos kilos de más, pensando que estaba embarazada. Suelen llevar carpetas, cuadernos o agendas en la mano y siempre tienen un paquete de pastillas D.R.F. de anís en el bolsillo. 

Negro: Peligrosos en potencia. Seres oscuros, sigilosos y taciturnos. Suelen ir con la mirada perdida. Claro indicio de quien cranea algo, por lo general no del todo feliz. Van redactando mentalmente un mail comprometido para alguien del trabajo, van pensando como manipular a su pareja para que haga lo que ellos quieren, en fin. Suelen usar pullovers azules escote en V. No creen en los shampoos doble acción. Y más de una vez se imaginaron matando a todos los pasajeros apuñanadolos con una birome pic.       

Hacemos una clara distinción con aquellos que se sientan de la mitad para a tras. Si bien hay distintos tipos de personas según el asiento, todas son mejores que los de adelante. Como en el colegio. 

Redondel 

Amarillo: Personas que están siempre apuradas. Se sientan pero en el fondo preferirían quedarse paradas. Sin embargo no lo hacen por el “qué dirán”. Viven con la sensación de hacerse pis. Con decir que no se sientan apoyando todo el traste en la butaca, y su inclinación es ligeramente hacia fuera. Como que están, pero no están. Suelen ser personas que se relacionan con sus parejas de una manera no clara y con poco diálogo. La ciclotimia es moneda corriente y suelen tener ataques desenfrenados de hambre. Mastican chicle todo el día. 

Naranja: Asiento que a simple vista resulta intrascendente o incómodo, pero esconde su verdadero carácter noble y re piola. El usuario de este cubículo suele ser mujer de diminutas dimensiones. Personas más bien reacias al diálogo y a los roces con carteras, bolsas, paraguas, mochilas y reglas T, de la gente parada. Sus viajes superan los 45 minutos, pueden disfrutar del paisaje y de la ventanilla abierta si es verano. No suelen escuchar música, ni leer, se entretienen mirando a los pasajeros, leyendo los mensajes de texto ajenos, escuchando los diálogos telefónicos, y de noche miran hacia adentro de las ventanas abiertas de las casas y edificios. Tienen una fuerte tendencia voyeurista bah!

Verde: Sensatos. Tipos muy piolas y sin vueltas. Resueltos, van a lo seguro. Evitan el sector delantero para no correr el riesgo de ceder el asiento. Son independientes, autosuficientes, solitarios. Por lo general van escuchando música en mp3 o con el celular y juegan a imaginarse en un video clip. Este carácter romántico suele ser un arma de doble filo. Son muy enamoradizos, son los de: “en cada viaje, un amor nuevo”. Siempre se queman con el fósforo al prender la hornalla.         

Celeste: Molestos, entrometidos, personas complejas, y conflictivas. Les gusta estar siempre en boca de alguien. Pueden sacar un tema de conversación casi de cualquier cosa y prefieren el truco pica-pica. Disfrutan con el roce, con el contacto. Son de padres separados y abuelos muertos de chicos.

Amarillo patito: (en el medio de la fila de 5 y teniendo en cuenta que están todos vacíos) Este sujeto elige el del medio, porque piensa que va a estar solo por siempre. Confía en la gente y es ridículamente positivo. Piensa que no va a llegar el día en que se ocupen todos los asientos y la gente se le pegue. Suelen ser personas jóvenes, fornidas, con buenos músculos en las piernas y con calzado de goma, adherente al todo tipo de terreno. Lo cual evita que salga disparado ante los frena-y-arranque del colectivo. Tiene también una tendencia controladora, ese lugar le da una visión panorámica de todo lo que sucede en el colectivo.

Bordo: En los extremos suelen acomodarse los obreros o trabajadores en general, muy madrugadores y con viajes de más de una hora. Se apoltronan en los rincones con el simple fin de apoyar la cabeza y despedirse de este mundo, al menos por un rato. Todos sabemos que aunque sean unos minutos de sueño, y golpeando contra la ventanilla, aquello puede ser muy reparador. Ojo con tener un chicle en la boca, se puede caer. Viaje mínimo una hora, pero por lo general van hasta el final del recorrido.  

Rosa: Neurótico inconformista se queda de pie aunque estén todos los asientos libres. 


Nota: Las personas que se cambian de asiento, estando ya sentadas, en el colectivo, son frustradas que desean vivir la vida de otro.

Nota a los asientos de atrás y sólo para los hombres: Se recomienda no sentarse en la fila de 5 usando joggineta, un Bahiano, o pantalón símil de telita fina. El peligro que suceda “eso” que estás pensando, a causa del temblequeo propio del colectivo, es inminente e imposible de pilotear.